El modelo de economía circular se perfila como una de las estrategias más relevantes para el desarrollo sostenible en el Perú. De acuerdo con estimaciones del Ministerio del Ambiente (MINAM), su implementación podría incrementar el Producto Bruto Interno (PBI) en S/ 13,908 millones para el año 2030, lo que equivale a un aumento del 2%.
Además del impacto económico, este modelo también impulsaría la creación de más de 306,000 empleos en sectores vinculados a la gestión de residuos, la reutilización de materiales y la adopción de nuevas tecnologías para reducir desperdicios.
Estas proyecciones fueron analizadas durante la presentación del informe Reformas Económicas para un Perú Sostenible, elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico. En este evento, especialistas identificaron los tres factores esenciales para consolidar la economía circular en el país: fortalecimiento institucional, acceso a tecnología e innovación, y financiamiento.
Tres pilares clave para su implementación
1. Fortalecimiento institucional
Para Gisella Aragón, jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad del Pacífico, el éxito de este modelo depende de instituciones eficientes y de la correcta implementación de normativas ambientales. Destacó la importancia de fortalecer entidades como el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y el Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Sinefa).
Además, subrayó la necesidad de mejorar las capacidades técnicas en los gobiernos locales para garantizar una gestión adecuada de los residuos sólidos y promover una infraestructura sostenible.
2. Acceso a tecnología e innovación
José Luis Ruiz, profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, enfatizó que la adopción de tecnologías avanzadas es clave para la economía circular. En este contexto, los Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (CITE) juegan un rol fundamental al fomentar modelos de producción sostenibles en sectores como la agroindustria, el textil y la madera.
Ruiz también destacó la importancia de generar sinergias entre empresas para reducir el desperdicio de materiales y prolongar la vida útil de los productos. “No debemos limitarnos únicamente a la gestión de residuos sólidos; la sostenibilidad debe abordarse desde toda la cadena de producción y consumo”, afirmó.
3. Financiamiento y cooperación internacional
El acceso a financiamiento es otro de los retos para la implementación de la economía circular. Los especialistas coinciden en la necesidad de desarrollar infraestructura para el tratamiento de residuos sólidos y aguas residuales, así como en la rehabilitación de territorios afectados por la contaminación.
En este sentido, se identificaron oportunidades para acceder a fondos provenientes de la cooperación internacional y del financiamiento verde, que busca promover iniciativas sostenibles con impacto ambiental positivo.
Educación ambiental: un factor transversal
Más allá de la regulación y el financiamiento, los expertos resaltaron la importancia de la educación ambiental para consolidar este modelo en el país. Gisella Aragón afirmó que la conciencia sobre el uso eficiente de los recursos y el reciclaje es clave para el éxito de la economía circular.
“En un contexto de cambio climático, es fundamental que cada ciudadano asuma un rol activo en la reducción de residuos y la promoción de hábitos sostenibles”, indicó.
Un modelo con beneficios a largo plazo
El impacto de la economía circular va más allá de la reducción de desperdicios. Su correcta implementación permitirá mejorar la competitividad del país, reducir la dependencia de recursos naturales y generar oportunidades de negocio en sectores emergentes.
Con el respaldo de instituciones, la innovación tecnológica y nuevas fuentes de financiamiento, la economía circular se posiciona como una alternativa viable para un crecimiento sostenible en el Perú.